En nuestro último post tratamos sobre la importancia de emplear la herramienta de la delegación de tareas en el sector de la abogacía, analizando su concepto, fundamento, principios y beneficios. Hoy, de forma más práctica, entraremos a examinar las etapas de la delegación eficaz, plenamente extrapolables a nuestra actividad profesional, en las que un expediente judicial o extrajudicial siempre es susceptible de dividirse en distintas tareas que pueden ser ejecutadas por otros compañeros a través de la delegación. Practicando esta técnica, dispondremos de más tiempo para realizar lo esencial de nuestro trabajo y podremos organizarnos mejor.

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