La relación que se crea en el curso de un interrogatorio presenta una estructura que podemos calificar de triangular en la que participan el abogado que interroga, el testigo y el juez. Cuando el abogado interroga a través de sus preguntas al testigo interactúa directamente con éste e indirectamente con el juez, de forma que la pregunta realizada tiene como destinatario inicial al testigo, pero igualmente al juez, pues éste conocerá de este modo la estrategia seguida por el abogado durante el desarrollo de la prueba. Por otro lado, la respuesta del testigo será recibida por el interrogador de forma directa, pero lógicamente será el juez el que la recibirá y registrará a efectos de su valoración probatoria. En el presente artículo, partiendo de dichas interacciones, vamos a analizar los aspectos esenciales del lenguaje no verbal empleado por el abogado durante el interrogatorio del testigo.

Continuar leyendo en Diario La Ley