Fruto de estas reflexiones, en nuestro despacho tenemos implementada una reunión que viene desarrollándose con notable éxito, por lo que aprovecho este post para pasaros algunas notas de este proyecto por si deseáis ponerlo en práctica.

ASISTENTES: Todos los abogados y el personal, excepto los socios.

MODERADOR: Gerente o abogado más veterano.

PERIODICIDAD: Una vez al mes, preferentemente un viernes a última hora de la mañana.

DURACION: Una hora.

ORDEN DEL DIA:

1º.- Puesta al día por el Gerente a través de la exposición de los proyectos implantados.

2º.- Comentarios a los proyectos y medidas implantados el mes anterior.

3º.- Ronda de sugerencias en las siguientes materias: a) Recursos Humanos; b) Recursos Materiales (suministros, informática, biblioteca, etc…); c) Atención al cliente; d) Organización interna del despacho (programas, documentación, etc…); e) Relaciones con profesionales (procuradores, notarios, etc…); etc…

Una vez concluida la reunión, el moderador se reúne con el socio director o con los socios y le expone el resultado de la reunión, con especial examen en las distintas propuestas y sugerencias realizados por los asistentes. Tras la evaluación de las sugerencias, si es posible y encajan dentro de la estrategia del despacho, se procederán a implantar aquellas que se estimen convenientes por la Dirección.

A través de esta reunión conseguimos diversos objetivos:

• Fidelizamos al personal y profesionales ya que el participar en el funcionamiento y creación del despacho los hace sentirse parte del mismo.

• La Dirección recibe una información fresca y de primera mano que le ayudará a mejorar el funcionamiento del despacho.

• Igualmente, la Dirección recibe un feedback sobre la forma en la que está dirigiendo el despacho.

• Las ideas que se sugieren gozan de la frescura e inmediatez que le da el contacto de los abogados y profesionales con las circunstancias de su trabajo diario y que, difícilmente podrían ser aportadas por la dirección.

Por ello, animo a todos a organizar este tipo de reuniones, ya que no cuesta ningún trabajo prepararlas y, bien moderadas y gestionadas, pueden constituir una fuente inigualable de información y, de paso, contribuir a la fidelización de nuestra gente y al buen ambiente de la organización.

Una advertencia final: los socios deben aceptar las reglas del juego y saber encajar las críticas y sugerencias que pudieran realizarse. Igualmente los asistentes a la reunión deberán sentirse libres de exponer cualquier cuestión que les inquiete, con el convencimiento de que sus intervenciones no tendrán consecuencias negativas.

La mejor prueba para alejar cualquier temor será que los socios vayan implementando algunas de estas medidas.