El éxito de la declaración del testigo propuesto por nuestra parte radica en gran medida en una buena preparación ética, que respete las reglas de juego del proceso y, por supuesto, la integridad del testimonio de aquél. Dicho de otra forma, la preparación del testigo excluye  el adoctrinamiento, la predeterminación de su declaración o cualquier sugerencia que limite o tergiverse la narración de los hechos que conoce. Por otro lado, no realizar una preparación del testigo puede considerarse una verdadera irresponsabilidad del abogado.

Dentro de ese marco ético, a través de la preparación el abogado conseguirá diversos objetivos:

  • Planteará un interrogatorio más eficaz.
  • Familiarizará al testigo con todos los aspectos relacionados con su intervención en juicio.
  • Facilitará el desarrollo del proceso sin incidentes, colaborando en la fluidez del mismo.

Expuesto lo anterior, a continuación vamos a desarrollar el uso de una herramienta que hemos denominado MAPA del testigo, que nos permitirá instruirlo de forma ordenada (igualmente a la parte o al perito), sobre diversos aspectos esenciales de su declaración:

Medio, Actitud, Papel y Aseveración (MAPA)

A continuación, examinamos las cuatro fases del MAPA siguiendo el orden más recomendable:

MEDIO: El medio se identifica con el escenario en el que el testigo va  a intervenir, ámbito que viene representado por el espacio físico y sus actores.

Respecto del primero, es fundamental ilustrar al testigo sobre cómo es la sala del juzgado o tribunal donde declarará y el lugar en que se situará durante su declaración, pues dicha exposición (que puede ir acompañada de alguna foto o dibujo), hará que el testigo se familiarice con un lugar en el que jamás ha intervenido y que suele ir asociado a una sensación de inseguridad y nerviosismo. En dicha exposición hemos de ubicar también a los distintos actores con los que tendrá que interactuar: el juez, el abogado adverso o fiscal, las otras partes, etc., y la calidad en la que interactuarán con el propio testigo, o lo que es lo mismo, las funciones respectivas de cada actor en su relación con aquél (aquí será clave distinguir entre quienes realizan el interrogatorio y el contrainterrogatorio). Igualmente, es fundamentar informar al testigo sobre los rasgos del juez (personalidad, carácter, forma de gestionar el interrogatorio, etc.)

Esta fase puede reforzarse muy positivamente a través de la asistencia presencial del testigo a una o dos vistas en el mismo juzgado (normalmente el día de la declaración).

ACTITUD: La actitud está relacionada con la conducta o comportamiento que el testigo debe mantener durante su intervención en juicio. Aquí nos referiremos al conjunto de prácticas o reglas no escritas que seguirse para no aminorar la fuerza persuasiva de su testimonio. Entre dichas conductas destacamos las siguientes:

  • No entrar en polémica bajo ningún concepto con el abogado adverso que lo interroga o con el juez. Hay que mantener la serenidad en todo momento.
  • No mirar al abogado que lo ha propuesto para pedirle apoyo o una pista sobre la respuesta que deba dar a una pregunta adversa (esto se ve con muy malos ojos por los jueces y reduce notablemente la fuerza persuasiva de la declaración).
  • No tutear al juez o al abogado adverso.
  • Procurar adoptar una postura correcta y natural.
  • Mantener un tono de voz ni demasiado bajo ni demasiado fuerte, en el término medio está la virtud.

PAPEL: El papel es el rol que el testigo va a desempeñar durante la declaración, o lo que es lo mismo, la forma en la que debe realizar su declaración.  Para darle a conocer su rol, podremos explicarle los siguientes aspectos:

  • La necesidad de esperar a la llamada del oficial en el exterior de la sala.
  • Obligación de Jurar o prometer decir verdad.
  • Responder a las preguntas generales de la ley, y responder a las preguntas que le realicen los abogados o incluso el juez.
  • Cuando responda deberá atenerse a las preguntas, sin entrar en divagaciones.
  • Cuando le pregunten, que no responda hasta que no concluya la pregunta (no pisar al interrogador).
  • Pedir la repetición de la pregunta o que se le aclare si no se entiende la misma.
  • Si el letrado que lo ha propuesto impugna la pregunta de adverso, no responder y esperar que el juez resuelva la impugnación.
  • Tras escuchar la pregunta, responder dirigiéndose al juez.

ASEVERACIÓN: Nos referimos con esta fase a la declaración propiamente dicha, es decir, al contenido de la declaración. En este punto, debemos repasar con el testigo los hechos que conoce y que van a ser objeto del interrogatorio, pudiendo incluso llevarse a cabo un simulacro de la declaración. Esta fase es fundamental para ver cómo encaja la declaración del testigo en el contexto del procedimiento, lo que nos facilitará anticipar situaciones problemáticas y conflictivas del testimonio previsto y encontrar soluciones. Por otro lado, el testigo se familiarizará con el testimonio y anticipará esas posibles situaciones de dificultad y cómo corregirlas.

Las ventajas de seguir este procedimiento son inestimables, y nos permitirán afrontar el juicio concentrados en nuestra propia intervención, evitando así tener que gastar una ingente energía en ir solventando durante el juicio las incidencias que, de no haber preparado al testigo, seguramente surgirán.