Ciertamente, la prueba de interrogatorio de parte no está bien vista por los abogados litigantes; ello es lógico, pues interrogar a la parte contraria es algo parecido a interrogar a un testigo extremadamente hostil que, como es natural, tratará de mantener a toda costa la versión de los hechos contenidos en su demanda o contestación. Frente a esta prueba, es por tanto comprensible que el abogado recele de la declaración de la parte adversa, máxime cuando al concluir su interrogatorio será el propio letrado de la parte interrogada quien podrá realizar el interrogatorio cruzado a su cliente, corrigiendo las debilidades mostradas y resaltando las fortalezas de su declaración. En esta colaboración, trataremos de facilitar al abogado litigante una serie de recomendaciones prácticas estratégicas para abordar el interrogatorio de forma solvente.

En esta colaboración con el diariolaley analizamos diez técnicas de litigación para el empleo de este medio probatorio con más eficacia.

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