Para comenzar el año, que mejor que reflexionar sobre las conductas o actitudes esenciales para que nuestras intervenciones como abogados litigantes sean lo más eficaces y exitosas. Sin más dilación, vamos pues con ellas:

ESTUDIA: El buen abogado litigante estudia a fondo el caso encomendado, tanto desde la perspectiva de los hechos que lo conforman como desde el ámbito de la norma positiva, doctrina y jurisprudencia aplicables al mismo.

PREPÁRATE: Toda intervención forense requiere una preparación con tiempo y debidamente organizada de todos los materiales que vamos a emplear en la misma.

CONOCE AL JUEZ Y A LOS ABOGADOS: Conocer y analizar al juez, abogados y fiscales que van a intervenir te ayudará a disponer anticipadamente de una valiosa información que te permitirá desplegar durante tú intervención una conducta procesal- oratoria más eficaz.

CONOCE A LAS PARTES Y A LOS TESTIGOS: En la medida de lo posible, alcanza un conocimiento de lo más completo sobre la relación de las partes y de los testigos con los hechos relativos a la declaración y testimonio que prestarán en juicio, pues te ayudará a preparar y realizar mejor los interrogatorios.

ESTRUCTURA EL DISCURSO: El informe debe cubrir las partes esenciales del caso. Para ello, el buen abogado litigante empleará las técnicas de división del mismo en partes bien estructuradas que ayuden al propósito persuasivo.

ARGUMENTA: El buen abogado litigante tiene que saber argumentar eficazmente su discurso a través de un ordenado examen crítico del las pruebas y la aplicación del derecho.

DOMINA EL LENGUAJE VERBAL: El empleo del lenguaje oral requiere estudio y atención en el uso de las reglas gramaticales, sintácticas y semánticas así como en los recursos retóricos.

DOMINA EL LENGUAJE NO VERBAL: Perfecciona el uso del lenguaje no verbal y sírvete de él para controlar tú intervención y obtener del auditorio una valiosa información para tú propósito.

CONOCE LAS REGLAS PROCESALES: El dominio del marco procedimental en el que interviene el abogado litigante es esencial para el desenvolvimiento de la actividad oratoria.

SE BREVE, CLARO Y CONCISO: En tus intervenciones, se breve, claro y conciso. Los jueces te lo agradecerán.

Muchas suerte, y que tengas un año repleto de felices intervenciones en sala y, sea cual sea el resultado final, que siempre puedas sentirte orgullosa/o y satisfecha/o del trabajo realizado.