Un compañero que tuve el gusto de conocer en un curso contactó recientemente conmigo para transmitirme su frustración al haber recibido una contestación a una demanda en la que su letrado firmante, sin razón alguna, empleaba expresiones y términos de claro menosprecio y falta de respeto al compañero contrario. Tras examinar dichas expresiones, concluí que la indignación de mi colega no era gratuita, pues ciertamente el escrito estaba plagado de comentarios y expresiones de desvalor y menosprecio, lo que lo convertía en un verdadero panfleto más propio de ambientes ajenos al foro.
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2 comments
Excelente artículo compañero!!! No te falta razón en nada de lo que indicas.
Como consuelo, simplemente indicar, que la mayoría de las veces en las que el abogado contrario «carga» contra su colega, es por ausencia de argumentos jurídicos que avalen su posición. Y aun que no sea plato de buen gusto, si lo miramos bien, es un buen indicio de que somos nosotros quienes tenemos razón ; )
Saludos desde Zamora
Estefanía Álvarez, Abogada
http://www.eagabogados.es
Gracias por tu acertado comentario Estefanía. Hay un dicho de Dale Carnegie que ilustra a las mil maravillas tu aserto: Nadie patea a un perro muerto, o mejor en castellano antiguo, «¿Ladran? Pues cabalgamos» 🙂