La elaboración del informe oral no sigue unas reglas fijas, existiendo múltiples opciones como afirma el refrán «cada maestrillo tiene su librillo». Aquí es esencial el aprendizaje obtenido a través de la práctica que nos da la experiencia. En esta materia, soy de la opinión de que cada método será válido si el orador se siente cómodo y seguro para preparar la exposición. Por lo tanto, si bien podemos dar algunas ideas a modo de consejo, su eficacia dependerá del provecho que pueda extraerle cada uno.

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