La pasada semana, al transcribir en LinkedIn un pensamiento del abogado Jose María Rodriguez del Val sobre las dificultades de la profesión, un compañero hizo un comentario del siguiente tenor: ¡Que cierto, pero que difícil de poner en práctica… ¡
Esta acertada respuesta me ha hecho pensar en la cantidad de situaciones en las que, contrariamente a nuestros impulsos, los abogados tenemos que actuar de una determinada forma, en beneficio de nuestros clientes y, por qué no, incluso en el nuestro.
Hoy voy a dedicar el post a exponer algunas de dichas situaciones empleando el formato de unas sencillas afirmaciones. Espero que esto os anime a reflexionar sobre nuestra actitud diaria y el enorme mérito que tiene salvar estas situaciones con la templanza que nos caracteriza.
Vamos con ello,
Qué difícil es convencer al cliente que su verdad es solo su verdad, pero que no es la única, pues existe otra opuesta a la nuestra tan razonable como la suya.
Qué difícil es explicarle al cliente que no podemos darle garantías de que el asunto se va a ganar.
Qué difícil es que el cliente acepte de primeras los honorarios y nos pague puntualmente la provisión de fondos.
Qué difícil es que el cliente nos cuente toda, toda la verdad.
Qué difícil es ver como tu cliente cambia de letrado cuando no existe una razón aparente para ello.
Qué difícil es comunicar al cliente una sentencia desfavorable.
Qué difícil es mantener la compostura cuando te encuentras con un juez que se dirige a ti de forma destemplada y sin consideración alguna.
Qué difícil es convencer al funcionario de turno de que no eres una fantasma y que estás esperando a que te atienda.
Qué difícil es tratar con compañeros que te consideran su enemigo y te tratan como tal.
Sin embargo, a pesar de todas estas dificultades, salimos todas las mañanas ilusionados con la esperanza que nos da un nuevo día en el que quizás nos llegue una buena sentencia, el pago de unos buenos honorarios o tal vez nos entre el cliente de nuestra vida.
Si, pero qué difícil…
18 comments
Mis felicitaciones por tan buen artículo, que recoge una máxima real que podemos resumir «nada en la vida es fácil, si queremos conseguir algo, debemos ser persistentes y constantes, nunca decaer, ni desanimarnos»
Rebeca Pérez Ramos
Abogada
Gracias Rebeca, así es, la constancia, perseverancia y tenacidad están en el ADN de todo abogado.
ayy Oscar¡¡ siempre tienes razón.. qué difícil es¡¡ y cada vez más, pero si te dejas vencer estás perdid@¡¡
Gracias Pepa, así es, no podemos rendirnos, entre otras razones, ¡porque no tenemos tiempo! 🙂
Compañero, cada una de tus entradas es un trocito de realidad magistralmente expresada… qué suerte haberte encontrado, ¡¡se siente una bien acompañada!! Saludos y gracias por pensar en voz alta.
Muchas gracias por tu comentario. Esto me anima a seguir en esta línea. Saludos!!
Gracias por esta entrada. Tus comentarios y los de los compañeros me han cargado la batería que la tenía un poco baja.
Gracias a ti por tu comentario!!
Me ha encantado el artículo! Me siento muy identificada!
Muchas gracias Cristina!
¡Qué razón tienes! 🙂
🙂
Muy bonito el artículo. Ciertamente está en nuestro ADN el no decaer y seguir luchando a pesar de las adversidades. En varias ocasinos me he encontrado en la situación de querer tirar la toalla, abandonarlo todo, cambir de profesión, pero me echo a dormir y vuelvo a levantarme con ganas de luchar. Es bueno saber que no está una sola en la lucha diaria. Muchas gracias por el artículo.
Gracias María José. No te preocupes, somos legión los que pensamos así!!
Con mucho respeto le escribo, usted ha sido fuente de inspiración para seguir con constancia mi carrera de abogada, trato de aplicar sus palabras al difícil mundo jurídico de mi país VENEZUELA al ejercicio de la profesión que escogí, sus experiencias y vivencias me ayudan a comprender que la constancia y la dedicación nos conducirán a lograr el cambio. me ha hecho comprender que no se debe desmayar que hay que levantarse a conquistar el mundo a mantener una lucha constante de voluntades para lograr darle a cada quien lo justo a través de la justicia del hombre.
Hola Sachas, preciosas tus palabras. Así es, lo que vivimos todos los abogados es sacrificio constante y alguna alegría, verdadero Oasis de nuestra profesión. Sin embargo, hay algo dentro de nosotros que nos anima a seguir caminando con la íntima satisfacción de que hacemos lo que tenemos que hacer. Hasta pronto!!
GRACIAS…. MUCHAS GRACIAS.
🙂