Mucho se discute sobre la eficacia del informe oral en sala, es decir, sobre el grado de influencia que puede tener sobre la decisión del juez, tema en el que las posturas se encuentran enfrentadas tanto entre los abogados como entre los propios jueces.  No obstante, no va a ser objeto de este post examinar dicha controversia (de la que ya nos ocupamos en el post ¿Es importante para los jueces el informe o alegato final del abogado?), sino que hoy nos vamos a centrar en otros efectos beneficiosos que tiene la elaboración de un buen informe oral para el abogado.

Si bien podemos preguntarnos ¿qué otra finalidad puede tener preparar un  buen informe oral que no sea persuadir y convencer al juez?, lo cierto es que un alegato bien preparado, o lo que es lo mismo, bien estudiado, fundamentado y dotado de una estructura y orden que garantice la claridad, concisión brevedad y flexibilidad necesarias para su exposición en juicio, puede generar otros beneficios «colaterales» para el profesional.

Entre estos beneficios, podemos encontrar los siguientes:

  • Dispondremos de una mejor y más completa comprensión de todos los elementos del pleito o la causa antes de la celebración del juicio.
  • Obtendremos una información privilegiada que nos permitirá evaluar con más garantías las opciones de negociación o conciliación en sala.
  • Plantearemos y ejecutaremos con mayor solvencia la práctica de la prueba de interrogatorios y periciales durante el juicio.
  • Al analizar profundamente el contenido de las alegaciones de la otra parte, poseeremos una mayor capacidad de refutación (especialmente cuando el contrario nos preceda en la palabra).
  • Ante un eventual recurso contra la resolución que se dicte, el estudio y preparación del informe oral nos suministrará una información muy valiosa para «armar» la impugnación.
  • Finalmente, contribuiremos a ir creando una reputación ante los jueces de buen abogado.

A la vista de los beneficios que lleva aparejada una buena preparación del informe oral, es esencial que el abogado durante esta fase sea impecable, es decir, que trabajemos nuestro alegato con plena involucración e identificación con independencia del resultado previsible del litigio, lo que ya, en sí mismo, es un resultado extremadamente valioso para nuestro crecimiento y maestría profesional.

Concluyendo: la preparación exhaustiva del informe oral es fundamental, no solo para persuadir y convencer a nuestro auditorio, sino para garantizar al abogado una excelente preparación para el desenvolvimiento de las diversas fases del juicio, incrementar nuestras habilidades de litigación y generar credibilidad en sala, lo que nos lleva a que, sea cual sea nuestra creencia sobre la virtualidad del mismo de cara al juez, nuestro alegato debe ser siempre preparado a conciencia.

Sea cual sea la confianza del abogado en la influencia del informe oral sobre el juez, prepararlo adecuadamente le aportará numerosos beneficios colaterales.

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