Los primeros días en los que nos reincorporamos al trabajo tras el periodo vacacional suelen ser bastante anárquicos. Los saludos y la inevitable charla con los compañeros; el examen de la documentación que ha entrado durante el mes de agosto; la necesidad de comenzar a planificar nuestros próximos trabajos; las primeras llamadas de clientes… Lo cierto es que para un abogado, los días de vuelta al trabajo no son días normales, por lo que, de entrada, los damos por perdidos a efectos de la realización de un trabajo verdaderamente productivo, asimilándolos más a un “aterrizaje” o puesta en materia.
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