Los abogados se han caracterizado secularmente por un dominio del conocimiento técnico jurídico, por lo que la capacidad de estudio y análisis ha sido esencial en su desarrollo profesional. Tan es así, que el abogado tradicional ha despreciado, si no marginado, todo lo relativo a la gestión de las emociones.
¿Para qué me sirven las emociones, se preguntaba? ¿No es suficiente que resuelva el asunto empleando al máximo mis conocimientos técnico-jurídicos? ¿Qué me importa lo que sienta el cliente?, ¡bastante tengo con hacer mi trabajo! En este contexto, la prioridad absoluta del abogado ha sido el caso/encargo y no el cliente, de manera que las habilidades intelectuales (hard skills) ha prevalecido en demérito de las habilidades emocionales (soft skills). Es más, al lidiar con emociones negativas (lo cual es habitual en nuestra profesión), se las ha considerado un mal menor que hay que soportar.
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4 comments
Me encanta el tema que ha tratado en su libro, me parece que humaniza la profesión. Gracias
Estimado profesor
Me llegan a mi e-mail cada cierto tiempo las entradas de su blog y la verdad es que cada vez me detengo más a leerlas, pues entre muchas páginas para mí esta ha sido un gran aporte, ya que trata temas muy profesionales y tal es el es caso de lo que ha comentado sobre la inteligencia emocional y las emociones directamente, que son un tema casi de segunda o tercera prioridad para muchos Abogados en mi tierra natal.
Quisiera contarle que en lo personal intento hacer parte de mi diario vivir las lecciones de don DANIEL GOLEMAN, en cuanto a la práctica de lo reseñado en sus libros referentes a la Inteligencia Emocional. Así como también, estoy constantemente buscando la forma de llevarla a mi labor profesional como Abogado, aunque debo confesarle que cuando se comenta o conversa este tema, no suele generar mucho interés, quizás porque no se enseña en las aulas o porque no se considera importante para los Abogados, sin embargo la práctica misma y los clientes dan muestra de todo lo contrario, lo que de alguna manera permite vislumbrar un cambio que debe ejecutarse a corto plazo en la forma en que los juristas abordan su labor profesional.
Muchas gracias por su página y los muy interesantes temas planteados.
Desde Chile
Michel Yevenes
Hola Michel. Pues si, la verdad es que esto de la inteligencia emocional es algo que los abogados no suelen apreciar. Sin embargo, es esencial especialmente para una profesión como la nuestra. De hecho en algunos países se está fomentando de manera importante y estoy convencido que finalmente se implementará en todos los países. Creo que si eres un abogado que te preocupa este tema, ya tienes un factor diferencial muy importante.
Saludos.