La intervención del abogado en las distintas modalidades de actuación en sala no se limita al estudio del asunto y a la preparación de los interrogatorios y el informe de conclusiones. Ciertamente, la base de dicha intervención reside en la adquisición por el profesional de unos sólidos pilares técnicos mediante dichas actividades, pues de otro modo su intervención devendrá en un fiasco. Sin embargo, a ningún abogado se escapa que la intervención en un acto judicial reclama que la atención del abogado se dirija igualmente a controlar diversas circunstancias que, de no cuidarse, pueden tirar por la borda todo el trabajo previamente realizado.

Así, el abogado litigante deberá realizar una labor preventiva controlando factores previos al juicio como la hora de celebración del acto, la relación con el cliente antes de comenzar el mismo (cita, gestionar sus nervios, ilustrarlo del funcionamiento del acto), si las citaciones se han llevado a cabo correctamente, las facultades de representación de la parte, el perfil del juez que va a presidir el acto, los documentos que llevaremos al juicio para poder desarrollar nuestra defensa, etc., matices éstos que en más de una ocasión nos han causado un quebradero de cabeza por no ser atendidas en su momento a través de mecanismos preventivos.

Sobre la base de esta reflexión, y  una vez hemos preparado el juicio, es necesario adoptar algunas reglas preventivas de suma importancia con el fin de evitar que por cualquier pequeño detalle pueda perjudicar el trabajo que hemos realizado, reglas que pasamos a detallar a continuación:

Conocer el perfil del juez.

Es fundamental conocer cómo el juez que va a  dirigir el juicio gestiona el juicio oral en todas sus fases.

Confirmación del día y hora del juicio

Si bien este dato es difícil que se escape, no está demás hacer una última comprobación para asegurarnos de que el día y la hora son los correctos. En su caso, chequear con el procurador.

Llevar al juicio el expediente completo

Este extremo es importante, ya que hay compañeros que se limitan a llevar los documentos de interrogatorios y el informe oral en la creencia de que, con ello, bastará. Sin embargo, es fundamental disponer de la totalidad de las actuaciones, pues habrá ocasiones en las que tendremos que comprobar algún dato para refutar alguna cuestión o incluso para sostener una pregunta no prevista.

Llevar la ley de enjuiciamiento civil

Si bien el juicio oral no es un acto eminentemente procesal como lo es la audiencia previa, sí puede sernos de utilidad en el caso de plantearse alguna violación en la obtención de pruebas o hechos nuevos, o cualquier otra cuestión que lleve aparejada una lectura de la norma. En definitiva, más vale estar prevenidos.

Llevar la toga

Aunque parezca innecesario recordar este extremo, a veces, la falta de la toga motiva no pocas tensiones.

No olvidar los documentos relativos a los interrogatorios y al informe oral

Aunque parezca obvio, a veces se puede producir el desgraciado accidente de dejar traspapelados dichos documentos con el riesgo que ello conlleva. Un juicio sin esta información puede suponer un auténtico reto, pero la zozobra e inseguridad que generará la falta de dicha documentación puede perjudicar notablemente nuestra defensa y capacidad oratoria.

Cita de todas las partes implicadas

Recordar a todos los implicados el día y hora del juicio es una medida práctica bastante eficaz, ya que nos aseguramos de que nuestra parte, testigos y peritos estarán presentes, pudiendo incluso quedar antes del acto judicial con el fin de refrescar ideas.

Asegurarse de que el cliente lleve su escritura de poder si va representando como parte a una empresa

Normalmente damos por obvio que el cliente cumplirá con tal obligación. Sin embargo, la experiencia me ha enseñado que lo último que va a pensar el cliente es en la escritura de poder, por lo que es nuestra responsabilidad asegurarnos de que lo haga.

*Gran parte de los documentos antes reseñados pueden incorporarse al Libro del Juicio, que no es más que un recopilatorio de toda la información documental relevante del litigio, compendiada en una especie de libro, manual o carpeta con el fin de emplearla como herramienta de auxilio antes y durante mi intervención en sala. Ver más en https://oscarleon.es/libro-del-juicio-podemos-confeccionarlo/

Finalmente, adjuntamos un sencillo checklist para emplear antes de la celebración del juicio y que queda abierta a cualquier dato que consideréis preciso.

CHECK LIST PREVIO Y POSTERIOR AL JUICIO ORAL/VISTA JUICIO VERBAL.

ACTIVIDAD Vº Bº
Confirmación día y hora con el Procurador.
Confirmación cita partes, testigos y peritos.
Llevar Toga y texto de la LEC.
Conocer la ubicación exacta del Juzgado.
Conocer el perfil del Juez.
Llevar los documentos de los interrogatorios a la parte, testigos y peritos.
Llevar la carpeta completa del expediente.
Disponer de la numeración clara de los documentos que las partes han aportado con la demanda y contestación.