El post de hoy es ciertamente breve, y lo es porque pretende limitarse a hacernos reflexionar sobre la importancia que tiene el efectivo cobro de los honorarios profesionales por nuestro trabajo.

Para ello, me limitaré a transcribir un párrafo de un post del abogado y consultor psicológico argentino Santiago Sinópoli (Honorarios: la sal de la vida, pero me cuesta cobrarlos, http://www.legaltoday.com/opinion/articulos-de-opinion/honorarios-la-sal-de-la-vida-pero-me-cuesta-cobrarlos), que sin duda os llevará a recapacitar sobre esta especie de “maldición” que pesa sobre nuestra práctica profesional:

“…el primer paso lo debe dar el abogado hablando claro desde la primer consulta, para no dejar dudas, que la profesión no es un acto de caridad o amor, que no es una función meramente altruista, que más allá del compromiso ético del abogado de hacer todo lo necesario para que su cliente deje de sufrir por un acto de injusticia, hay una contraprestación por los servicios prestados, que no se satisfacen con la bendición o el muchas gracias, sino con el pago de un justo honorario que es la sal de nuestra vida como el de cualquier otra persona”

Acto de caridad o amor, altruismo,  más allá del compromiso ético, acto de injusticia, el muchas gracias, pago de un justo honorario, etc…, muchas ideas sobre las que pensar y debatir en tan breve párrafo.

Ahí queda eso…

 

Por lo demás, os espero este jueves 18 a las 16,30 en el salón de actos de ICA Madrid en la jornada sobre Técnicas de Gestión de Honorarios Profesionales para abogados. Para inscribirte:

https://web.icam.es/actualidad/noticia/3696/Técnicas_de_gestión_de_honorarios_profesionales_para_abogados,_próxima_charla_de_la_Sección_de_Iniciación