“Donde hay una empresa de éxito alguien tomo alguna Vez una decisión valiente” (Peter Drucker)
Hoy me gustaría compartir con vosotros la experiencia de un grupo de cinco abogados y amigos de Madrid que han decidido dar un nuevo rumbo a sus profesiones a través de una de las formas más efectivas de evolución y crecimiento: la asociación de abogados para la creación de un nuevo despacho.
La pasada semana tuve la oportunidad de visitarlos en sus nuevas instalaciones en la calle Goya y pude disfrutar de la ilusión desplegada por todos sus componentes mientras deambulaban de un lado a otro en el tráfago de sus actividades diarias; todo era alegría y satisfacción por lo conseguido tras más de un año de reuniones y encuentros en busca del logro de un proyecto común ahora materializado. El olor a recién pintado, el nuevo mobiliario, la estética de los nuevos despachos, los expedientes pendientes de archivar y hasta el color de las cortinas aun por encargar, y sobre todo, el rostro de felicidad de los compañeros; sencillamente, se respiraba un aire fresco y positivo.
Sentados en el office del despacho tomando café hablamos de los retos que tenían por delante y los proyectos a emprender (nuevos clientes, formación, gerencia, etc.) y percibía el cambio tan importante que estos abogados habían introducido en sus vidas, tanto personal como profesional, pues todos habían dejado atrás su práctica profesional para incorporarse a un equipo en el que habían depositado sus esperanzas de vivir y compartir el compromiso de ser abogados, lo cual no solo es signo de valentía, sino de responsabilidad y deseo de cambio, crecimiento y evolución.
Cuando me despedí de ellos, me fui con la sensación de que iban a tener éxito en su nueva andadura. Y creo que no me equivocaré.
Traigo este ejemplo, pues en los tiempos en los que vive la profesión, especialmente los pequeños despachos, la solución de asociarse y crear otros de una mayor dimensión puede ser una medida acertada, pues sumando personalidades, habilidades y especialidades puede producirse una transformación que lleve al profesional independiente a vivir la abogacía desde una perspectiva antes impensable. Naturalmente, la decisión debe ser meditada y estudiada como lo han hecho nuestros amigos, pero si finalmente cuaja un proyecto de esta naturaleza y se produce la anhelada unión, qué duda cabe que las posibilidades de crecer y mejorar se presentarán de forma inmediata: nuevos compañeros que nos ayudarán a conocer a nuevos clientes a través de una nueva organización dotada de nuevos proyectos y una nueva forma de trabajar.
Todo es novedad, y la novedad es evolución.
De hecho, aprovechando esta experiencia, me gustaría resaltar los beneficios de todo equipo de trabajo, y que son plenamente aplicables al supuesto de un despacho de nueva creación:
1ª.- Complementariedad: Esta se produce cuando habilidades únicas se combinan y emplean de forma efectiva, ya que las personas que integran un equipo disponen de diferentes habilidades tanto personales como profesionales. El empleo de dichas habilidades conjuntamente nos permite aprovechar lo mejor de cada uno para el desarrollo del proyecto, lo que garantiza excelentes resultados.
2º.- Coordinación: El equipo de trabajo es todo lo contrario a una suma de aportaciones individuales sin criterio ni control. Un equipo tiene que estar coordinado y organizado para la obtención del objetivo común.
3º.- Creatividad: Partiendo de lo expuesto anteriormente, un mayor número de habilidades hace que el equipo sea más creativo, puesto que generará ideas y planteamientos novedosos, lo que influirá en la obtención de nuevas perspectivas de trabajo y, con ello, de mejores resultados.
4º.- Motivación: El trabajar en común para lograr un concreto objetivo genera un entusiasmo y energía que influye directamente en la satisfacción del equipo y en su motivación para alcanzar el éxito.
5º.- Eficiencia y mayor capacidad de respuesta: El trabajo en equipo facilita la conclusión de los encargos en un menor espacio de tiempo, ya que la posibilidad de coordinar las actividades que integran el proyecto dividiendo las tareas, permitirá una rapidez de respuesta que difícilmente encontremos en el supuesto de trabajar aisladamente.
6º.- Confianza: Los equipos facilitan las relaciones y contribuyen a crear la unidad del grupo. Una vez superadas las primeras diferencias, y alcanzada la necesaria coordinación, los equipos suelen generar un alto grado de camaradería debido a que todos confían en el buen hacer de sus compañeros, y buscarán lo mejor de sí mismos para la consecución de los objetivos del grupo. Si el equipo está bien coordinado, nacerán buenas relaciones, lo que a su vez desarrollará un alto sentido de responsabilidad de sus miembros.
Concluyendo: esta es la modesta historia de ABOGADOS LASARIAS , una firma que acaba de nacer y por lo que he podido constatar ya es grande. Vosotros, Esther, Betsabé, Francisco, Fernando y Antonio, habéis comenzado la tarea.
Mucha Suerte!!
5 comments
Son excepcionales los casos en que funcionan bien. He tenido casos donde tras 40 años de trabajar juntos, al fallecer un socio, los herederos han tenido que litigar años.
Ciertamente es una situación compleja y hay casos que no funciona. Pero cuando lo hace, las ventajas son innumerables. Gracias por tu aporte Mirta.
Querido Óscar, cuanta razón tienes en tu reflexión sobre este quinteto de abogados, todos ellos grandes personas, mejores amigos y excelentes profesionales y juntos con un deseo común: hacer más y mejor su profesión que tanto quieren.
Cuando se trabaja desde la humildad y la certeza de que las cosas se pueden hacer bien y con un trato exquisito en todos los asuntos, sólo se me antoja decir que estos chicos y chicas, los CINCO JUNTOS, no tienen otra referencia que no sea la del ÉXITO … trabajando duro y en equipo, LASARIAS llegará lejos. La excelencia se consigue sólo así.
Muchas gracias por tu aporte José Luís. De esa forma, el éxito está garantizado!
Están en el camino, escalarán y llegarán a la cúspide. Saludos a ellos y a Ud Dr León.