Resulta sorprendente comprobar la existencia de diversas herramientas que vienen empleándose en el mundo de las empresas para fijar sus objetivos estratégicos, y que pueden ser de enorme utilidad a los abogados (que no olvidemos son, respecto a su organización, auténticos empresarios), no solo con fines de delimitación estratégica, sino igualmente para poder conocer y evaluar la situación actual del despacho y, en consecuencia, obtener las pistas para actuar de cara al futuro.

Precisamente ahora, cuando se acerca el final de nuestro “ejercicio profesional” antes de las ansiadas vacaciones, es el momento preciso para sentarse y evaluar nuestra situación profesional, y que mejor para ello que contar con una de las herramientas más extendidas por su sencillez de aplicación y su utilidad. Nos estamos refiriendo al conocido análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades).

En este post y en el siguiente, nos ocuparemos de facilitar la información necesaria para que podáis realizar el análisis DAFO de vuestros despachos.

Siguiendo la definición más generalizada, el análisis DAFO, es una metodología de estudio de la situación competitiva de una empresa en su mercado (situación externa) y de las características internas (situación interna) de la misma, a efectos de determinar sus Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas. La situación interna se compone de dos factores controlables: fortalezas y debilidades, mientras que la situación externa se compone de dos factores no controlables: oportunidades y amenazas. Al día de hoy, insisto, esta herramienta estratégica es la más utilizada para conocer la situación real en que se encuentra una organización.

Sustancialmente, el análisis DAFO parte de un análisis en profundidad de nuestra organización la identificación de los elementos que constituyen cada una de las categorías citadas (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades). Una vez obtenida la imagen o fotografía de nuestra organización, procederemos a través de las técnicas que nos facilita el sistema, a establecer la línea estratégica a seguir. Para ello, tendremos que responder a las siguientes cuestiones respecto a nuestra organización:

• ¿Cómo se puede explotar cada fortaleza?
• ¿Cómo se puede aprovechar cada oportunidad?
• ¿Cómo se puede mitigar cada debilidad?
• ¿Cómo podemos protegernos de cada amenaza?

Entre las ventajas del análisis DAFO destaca la sencillez de aplicación, con lo que evitaremos la dispersión y exceso de datos que proporcionan los análisis detallados internos y del entorno, proporcionando una priorización de la información a emplear por la dirección.

Ni que decir tiene que está técnica puede ser empleada de forma satisfactoria por los despachos de abogados, y de hecho, nuestra firma viene aplicando está técnica desde hace años. Lo fascinante de este análisis reside en que a medida que se trabaja en las fases del mismo, uno se da cuenta de la realidad del despacho en todas las áreas de empresa (dirección, recursos humanos, financiera, profesionales, administración, marketing, etc…). A medida que se avanza en el análisis, se dispone de un material que te permite elaborar un diagnóstico de la empresa y, así, poder establecer la estrategia que realmente necesitamos.

No obstante, para la realización de un análisis adecuado, en nuestra opinión es conveniente seguir las siguientes recomendaciones:

• El análisis debe realizarse con el tiempo necesario, pues no podemos olvidar que es un análisis en profundidad de la empresa, y será necesario un proceso reflexivo de la organización, tanto actual como futura.

• Antes de comenzar el análisis, debemos disponer de la información necesaria de las áreas esenciales del despacho (económica, financiera, recursos humanos, organización, encuestas, datos sobre la competencia en ámbitos económicos, facturación, tendencias, etc…). De hecho, esta recopilación de información puede considerarse como una fase inicial del análisis.

• Su elaboración puede requerir soporte de un equipo técnico multidisciplinar para analizar en detalle la información de partida.

• El análisis deberá ser sencillo, específico y concreto.

Dicha formulación, que se lleva a cabo a partir de un análisis interno y externo de la empresa, respondería a la pregunta de ¿Cómo vamos a alcanzar la misión del despacho?, por lo que dicha formulación vendría determinada por el establecimiento de un conjunto de acciones coherentes, con un marcado carácter táctico, de la que destacamos los siguientes aspectos:

El responsable de la formalización de la estrategia sería la persona encargada de la dirección del despacho (titular o socio director).

• En el proceso de formalización estratégico se realiza un análisis y evaluación del posicionamiento actual de la empresa, tanto en su entorno competitivo, como en su organización interna.

• A través del conocimiento de la posición del despacho, se obtiene una visión actual de todos nuestros recursos, y con ello información completa de nuestra capacidad de asumir determinados riesgos.

• Las acciones a adoptar fruto de este análisis estratégico podrán ser estrategias competitivas (factores de diferenciación con la competencia); desarrollo futuro del negocio (especialización); crecimiento (fusiones, colaboraciones).

Bueno, creo que por hoy es suficiente para introducir el análisis DAFO y para dejaros (espero) con el deseo de saber sobre su aplicación práctica.

Por ello, os emplazo a la próxima semana para conocer cómo podemos llevar a cabo el análisis DAFO y, así, conocer la situación real de nuestro despacho.

¡Hasta pronto!