Las emociones experimentadas por nuestro abogado (rabia, tristeza, alegría) son emociones universales que afectan a todos los seres humanos. De hecho, las emociones y sentimientos conforman a la persona y dan significado a la vida de las mismas. De ahí que tanto las emociones positivas como las negativas son inevitables y hasta necesarias en nuestra carrera vital.
Sin embargo, a veces las emociones se vuelven frecuentes o muy intensas desde una perspectiva negativa (ira, tristeza, ansiedad, etc…), y en estos casos, pueden perjudicarnos abiertamente, máxime cuando hacen acto de presencia en nuestra vida profesional, retrasando o dinamitando nuestros objetivos. Por el contrario, cuando son emociones positivas, la intensidad de las mismas puede ser gratificante y conseguir ayudarnos en la consecución de nuestros objetivos.
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