Tras asistir a varias vistas en el Crown Court de Sheffield he tenido ocasión de observar varios contrainterrogatorios realizados por barristers, tanto ante jueces como ante un jurado. Uno de los aspectos que más me ha llamado la atención es el hecho de que los interrogatorios (especialmente los realizados al testigo presentado de adverso o cross-examination) no suelen ser agresivos, más bien todo lo contrario, llevándose con un estilo amigable. No obstante,  ello no quita que por los abogados se empleen técnicas muy definidas para conseguir los objetivos marcados para el contrainterrogatorio que, finalmente, requieren esa tensión latente necesaria en esta modalidad de examen del testigo.

Veamos algunas de ellas.

En primer lugar, algo que me ha llamado la atención, es que, en ocasiones, el abogado al comenzar el interrogatorio, se dirige de forma educada al testigo, indicándole que no se preocupe, que el interrogatorio va a ser sencillo y que si algo le molesta o no se encuentra cómodo, que se lo diga,… Creo que a través de dicha información el abogado trata de que el testigo se tranquilice y baje la guardia, a la vez que ante el juez y jurado (pues esto lo he visto ante el jurado) se mantiene cierta credibilidad al facilitar un desarrollo del interrogatorio “pacífico”.  Naturalmente, una vez en materia, el discurrir del interrogatorio puede hacer que este sea poco pacífico (aunque más en el fondo que en la forma).

También me ha llamado la atención que, tras algunas preguntas, el abogado da las gracias al testigo por su respuesta. Esto se repite durante todo el interrogatorio, y entiendo que trae su causa en las mismas razones que se expusieron en el párrafo anterior.

A veces, tras la respuesta del testigo, el abogado introduce una larga pausa mirándolo fijamente; en otras, crea pausas exageradas entre una respuesta y otra mientras examina la documentación, y luego vuelve a mirarlo sin hablar. En ambos casos el abogado trata de hacer que el testigo se sienta incómodo y piense que su respuesta es incompleta, lo que en ocasiones lo hace hablar de más.

Hay ocasiones en las que el abogado sobrereacciona (siempre a propósito) alzando las cejas ante una respuesta o repitiendo la misma con tono sarcástico o articulando un “Really” o “I see” bastante elocuente. De esta forma, transmite claramente su disconformidad ante la respuesta ofrecida por el testigo o pone en duda el contenido de la respuesta. Esta técnica, mezclada con la de las pausas es muy efectiva desde el punto de vista del mensaje que trasladamos al jurado.

Los cambios de ritmo también son sorprendentes. En una ocasión, pude presenciar como un abogado mantenía un ritmo algo lento y, de pronto, lo cambió y comenzó a abordar las preguntas claves con una rapidez sorprendente, consiguiendo que el testigo entrara en el juego. Luego, al comentarlo con el abogado, me indicó que, efectivamente, lo había hecho a propósito para no dar tiempo al testigo de buscar la respuesta. Me dijo que llamaba a esta forma de interrogar la técnica Winblendom…

También, en un juicio de familia, pude presenciar como otro abogado realizaba un interrogatorio muy agresivo a un testigo, padre de familia. Las preguntas, realizadas en un tono de superioridad clarísimo (no miraba al testigo a la cara) eran muy hirientes y se referían a su conducta irresponsable con su esposa e hijos. Si bien el testigo aguantó, al poco perdió los nervios y la compostura, que era lo que buscaba precisamente el abogado: demostrar que era una persona agresiva y muy explosiva (short-tempered).

Finalmente, me ha sorprendido que, durante los interrogatorios en un juicio por asesinato ante un jurado, el abogado (esta vez el de la parte acusadora, prosecutor), ordenaba al testigo que parase un momento mientras el juez terminaba de tomar nota de lo declarado por el testigo. Una vez concluido, el juez lo agradecía y el abogado continuaba con el interrogatorio. Este proceder se repitió varias veces durante el mismo.

Bueno, espero que podáis sacar alguna conclusión de lo expuesto, pues creo que algunas de las técnicas (sobre las que ya hemos trabajado en este blog) pueden sernos muy útiles a la hora de afrontar interrogatorios ante testigos hostiles. ¡Cuestión de ponerlas en práctica!

La próxima semana os hablaré de las técnicas que pueden emplear los testigos para lidiar con estos interrogatorios.