Me gustaría compartir con vosotros una experiencia que hemos tenido recientemente en el despacho y de la que estimo podemos extraer conclusiones muy valiosas para nuestro ejercicio profesional.

Recientemente se presentó en el despacho Ataulfo (nombre que empleamos para alejarnos de cualquier coincidencia), un cliente de toda la vida acompañado de una amiga suya que quería hacernos un par de consultas sobre un asunto legal relacionado con una propiedad rústica.

Continuar leyendo en LegalToday.com