En esta ocasión os incluyo la entrevista que me realizó nuestro compañero ecuatoriano Alfredo Cuadros Añazco para su blog Blog Jurídico (y algo más) https://alfredocuadros.com/ . Desde esta tribuna, decir que ha sido un placer colaborar con Alfredo y poder , a través de la entrevista, transmitir algunas ideas que , seguro, compartiría en redes sociales cuando se diera la primera oportunidad.
«Hay quienes sostienen que las redes sociales son una pérdida de tiempo y que sirven para muy poco. En lo personal, discrepo de esto ya que, si bien es cierto un uso no responsable de las redes sociales nos puede llevar a perder varias horas laborales, no hay que perder de vista que en ellas podemos encontrar valiosas personas que las usan para aportar con sus conocimientos.
Hace un par de años me topé en la tuitósfera a Óscar Fernández León (@oscarleon_abog), desde un inicio me convertí en un lector incondicional de sus artículos y reflexiones que los encontramos en https://www.oscarleon.es . Lo que más resalto siempre de Óscar (que por otro lado, es bastante accesible, no lo he podido conocer en persona, pero me parece que es un tipo agradable, con quien me podría quedar conversando horas sobre anécdotas de la profesión), es su afán por compartir sus conocimientos con los colegas y transmitirlos de una manera muy clara.
Por ello, desde hace algún tiempo tenía pensada la idea de conocer un poco más la titánica labor de Óscar con una entrevista y publicarla en mi blog. Óscar, con su siempre buena disposición, accedió de inmediato y aquí la pongo a su consideración. Créanme, no tiene desperdicio y nos deja incluso algunas frases para la posteridad como aquella que dice: “…cada vez que voy a juicio me pongo de los nervios, y el día que no me ponga…me retiro.”
Sin mayor introducción, con ustedes la entrevista al abogado Óscar Fernández León. Espero la disfruten tanto como yo.
¿Qué es lo primero que analizas antes de decidir si tomas un caso?
En primer lugar, considero que el abogado tiene absoluta libertad para aceptar el encargo profesional y, lógicamente, para rechazarlo, si bien a la hora de tomar una decisión de esta trascendencia tendrá que analizar el asunto desde un punto de vista ético y moral, siguiendo lo que le diga el dictamen de su propia y recta conciencia. Por lo tanto, nos encontramos ante una decisión interna, vinculada al propio profesional y fruto de un análisis de los fundamentos y condicionantes que fraguan su personalidad, decisión que, al provenir de la conciencia de cada uno, pertenece a su intimidad y entiendo no debe ser sometida a juicio externo.
Dicho esto, cuando atiendo a un cliente que me va a encargar un caso, siempre lo hago con ilusión, convencido de que aceptaré, pues creo fervientemente en que nuestra función es ayudar a todo justiciable que necesite de nuestros servicios. Ahora bien, si durante la entrevista compruebo que el asunto se encarga con un objetivo exclusivo de venganza, abuso, o se pretende que planteen demandas frívolas o capciosas, etc., suelo rechazarlo. En este sentido, aplico la reflexión de David Hoffman, que nos dice “No tomaré ninguna causa inspirada por la envidia, el odio o la malicia a la contraparte”
Fuera de estos casos, y en relación con casos mediáticos en los que ya se ha condenado previamente al investigado por la opinión pública, creo poderosamente el gen profesional del abogado, íntimamente vinculado a su papel de máximo exponente del derecho de defensa y sabedor del derecho que corresponde a todo ciudadano a un juicio justo y a su inocencia mientras no se demuestre lo contrario.
¿En qué momento consideras que es mejor hablar a los clientes sobre honorarios?
Sin lugar a dudas al principio de la relación, concretamente cuando van a realizar el encargo. Hay muchas razones que justifican esta postura, pero si tuviera que sintetizarlas te diría que el cliente tiene el derecho a conocer el importe de los honorarios (lo necesita) y nosotros de cumplir con los principios de transparencia y previsibilidad que rigen en esta materia. Por otro lado, soy un ferviente defensor de la realización de un pago importante de los honorarios al comienzo de la relación profesional para atender el importantísimo trabajo que desarrolla el abogado al comienzo de la misma.
Admiro mucho la gran labor que haces para compartir tus conocimientos con los colegas, lo que conlleva además estar actualizado, escribir para tu blog, para tus libros, además tomando en cuenta que también te dedicas a ejercer la profesión; por ello, la pregunta es, ¿Cómo haces para organizar tu tiempo y que alcancen todas las cosas? (a veces pienso que debes tener un clon que te ayuda a compartir tus tareas).
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