Continuamos con nuestro examen de las máximas del interrogatorio del perito, abordando en este post diversas conductas muy recomendables para abordar esta prueba con la seguridad y confianza necesarias a modo de complemento de las ya publicadas en nuestro post precedente (https://oscarleon.es/maximas-interrogar-al-perito-i/)

Cubrir siempre todos los puntos del caso

En todo contrainterrogatorio siempre hay un número de temas claves que hemos de considerar a la hora de interrogar al perito (temas que habremos analizado previamente con el nuestro). Por consiguiente, durante el contrainterrogatorio es fundamental, a medida que avanza el mismo, ir examinando dichos temas de modo que no queden sin la respuesta apropiada.

Nunca subestimes al perito

Si ya es un error grave subestimar a un testigo, hacerlo con un perito es un error gravísimo. Por ello, nunca subestimes al perito, pues no hay grado de comparación entre tus conocimientos y los suyos. Se humilde, y sólo a través de la humildad podrán conseguirse resultados positivos.

Se respetuoso

Se respetuoso con el juez y el jurado; amable con tu colega; civilizado con la parte adversa; duro con el testimonio o la opinión profesional, pero respetuoso con el testigo o perito; y nunca sacrifiques lo más mínimo tu deber de defensa por una mal entendida deferencia hacia los otros.

Mantén siempre la calma

Un buen interrogador no puede perder la calma. Tiene que ser paciente, y saber que no hay mayor enemigo de un buen interrogatorio que la pérdida de autocontrol del interrogador. Mantenerse firme, frente a los embates de un perito hostil, es uno de los requisitos imprescindibles para que la perseverancia nos ayude a conseguir nuestro objetivo. La sangre fría será esencial al embarcarse en el interrogatorio del perito.

Como ya hemos avanzado, entrar en confrontación con el perito va a suponer la pérdida de concentración del abogado y la pérdida de credibilidad ante el propio juez, sin olvidar que el perito, más avezado en conocimientos técnicos podrá sacarlos a relucir durante la discusión.

No te lo tomes personalmente

Si sientes en caso como si fueras tu propio cliente, estarás perdido, pues no verás con la claridad que necesitas y perderás de vista tu objetivo y el control del perito.

Convéncete de la fuerza de tu caso

Como profesionales de la persuasión, los abogados sabemos que cada caso tiene múltiples opciones o líneas de defensa. Para ser más persuasivo en tu interrogatorio hay que creer en las posibilidades de defensa más adecuadas. Para ser convincente debes estar convencido de la fuerza de tu caso.

No olvidar que el juicio es imprevisible

La abogacía es como la misma vida, no importa lo seguro que te sientas ni lo bien preparado que estés; nunca, nunca, nunca podrás anticipar lo que ocurrirá durante el juicio.

Dominar el lenguaje verbal y no verbal

Durante el interrogatorio, el abogado está comunicando permanentemente tanto cuando pregunta como cuando escucha. Por ello, es fundamental que cuando comunique lo haga de forma que se haga entender tanto por el perito como por el juez. No hemos de olvidar que cuando el mensajero es malo, no importa lo bueno que sea el mensaje, pues este nunca llegará a su destino correctamente.

Tu perito como fuente de conocimientos

Dada la asimetría de conocimiento técnicos que concurren en el contrainterrogatorio del perito, será esencial que el abogado se sirva de los conocimientos técnicos de un experto (bien el perito que hemos propuesto como otro experto, en su caso) a fin de detectar los puntos débiles del dictamen adverso y las opciones de preguntas a realizar, caso de adoptarse dicha decisión con dicha ayuda técnica.

Se ambicioso en la selección de tu perito

Como ya hemos anticipado, cuando un perito interviene en juicio, la decisión final estará influida por el resultado de la misma. Por ello, es esencial que a la hora de seleccionar al perito, adoptemos una serie de criterios objetivos que, unidos a nuestra intuición, nos permitan disponer de un profesional competente e idóneo para la práctica de dicha prueba.

Conoce al juez

Todo abogado antes de afrontar el juicio debe conocer al juez, en el sentido de disponer de información sobre su forma de gestionar el proceso, su personalidad, experiencia en casos similares, etc., pues es indudable que conociendo dichos aspectos, a la hora de encarar el interrogatorio del perito, evitaremos toda actitud que pueda conducir a denegaciones, llamadas de atención, etc. respecto de nuestra forma de interrogar, adaptando así nuestro interrogatorio al juez, y con ello dotando a aquél de la máxima fluidez.

Emplea un lenguaje verbal que transmita autorid

A la hora de interrogar al perito adverso hemos de transmitir a través de nuestro lenguaje verbal y no verbal seguridad y confianza, lo que conlleva obviamente un conocimiento completo, una buena capacidad de litigación y una capacidad de control y liderazgo durante el interrogatorio.

Evita repetir el dictamen

Cuando interroguemos a nuestro perito, hemos de evitar caer en realizar un repaso completo del dictamen. Esto constituye un grave error que suele concluir con una llamada de atención del juez. Por ello, es muy importante plantear el interrogatorio a través de la petición de aclaraciones y concreciones sobre aspectos claves del dictamen.

Tras esta segunda entrega, recordaros que la próxima semana concluiremos con las máximas vinculadas al interrogatorio del perito, esta vez centradas en la forma de interrogar o el uso de las preguntas.